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Diario de un Pesimista

Think

Gotas

Gotas Una gota. Tristeza, ¿recuerdas caras pero no nombres?
Dos gotas. Melancolía, ¿en qué piensan los sueños cuando duermen?
Tres gotas. Nostalgia, me gusta el silencio, lo transformo en ruido.
Cuatro gotas. Indiferencia, ¿hay una respuesta para todo aunque la desconozcamos?
Cinco gotas, seis gotas. Enojo. Hacemos daño cuando ignoramos que le sigue el dolor.
Siete gotas, ocho, nueve gotas. Recelo. Jamás me encontraréis, vivo dentro de mi mismo.
Diez gotas. Está nublado. Cómo distinguirías lluvia de las lágrimas.

Sin rumbo

Sin rumbo No vale la pena mecerme en los brazos de la desesperanza. Avanzo sin rumbo aparente, no sé dónde estoy, pero si a dónde quiero llegar.
Ayer lloraste cuando en tu sofa te miré a los ojos y te dije que mi vida había cambiado, que ya nada volvería a ser igual.
"Has perdido el control, ¡has perdido el control de tu vida! ¡Ni tú mismo lo sabes!, ¿No te das cuenta?" decías mientras mezclabas palabras y lágrimas.
Me recosté, aún me hace un nudo en el alma tu llanto, aún lo hace tu risa, y sé que el tacto de tu piel desnuda apretaría tanto ese nudo que mi corazón moriría ahogado por las cuerdas que son ahora sus costuras. Pero estoy lejos, ya te dije que estoy lejos. No conozco dónde, y por eso sé que todo va a salir bien.

La vida sigue

La vida es tan compleja cuyo significado se escapa. Creo que comencé ya un post así
De todas formas lo más importante es seguir adelante, he de seguir escribiendo.

Pasado, Presente, Futuro

Pasado, Presente, Futuro No vivo anclado al pasado. Vivo el presente. ¿El futuro? Ya está aquí. Mientras escribo ya es el futuro. Mañana cuando me levante será el futuro, y dentro de dos años será el futuro. Pero es el presente el que me preocupa, un presente que he construido a base de decisiones en el pasado que ahora hacen peligrar ese mismo futuro, el que llega en cada momento.
Yo no pienso rendirme.

Humo de felicidad

Humo de felicidad Nunca hubiese pensado que la felicidad podía ser oculta en pequeños tubos de humo. Este post no es, ni mucho menos una apología de las drogas, no voy a meterme a hablar de asuntos de legalización o si su consumo es bueno o malo, pero gracias a ese humo, a esa pintura que teñía de blanco la noche mientras subía a mi casa, sólo a eso, que ahora escribo de una parte de mi y no del asco que me da estar vivo.
No sé como será el resto de la gente. Es lo que pensaba. Ya sé que es difícil conocer a alguien, pero puede intentarse. Yo lo hago. Pero en mi caso, cómo se van a hacer a la idea los que me rodean si mientras sonrío trato de ignorar todo esto. Es verdad, soy incapaz de abrirme a los demás. Y frente a la persona ante la cual reúno fuerzas para desvelar tal cómo me encuentro, esa persona, sólo es capaz de pedirme que sonría, que no este triste, o por lo menos que finja estarlo. Imagino que debe de darle miedo no saber que hacer cuando se encuentra con mi verdadero ser, el que no tiene esperanzas, el que se derrumba, un yo desolado y carente de ninguna ilusión.
“Trata de sonreír” me has dicho.
Me veo como pequeños pilares. Mi vida tiene diferentes aspectos que he de sacar adelante. Carrera, trabajo, amigos… toda esa vida se sustenta bajo una misma base. Yo. Y eso es lo que no ven los demás, la base, pero la gente no son como edificios. Esa es la única explicación por lo que algunas cosas siguen adelante cuando realmente yo no lo hago

Bueno, imagino que habrá gente a la cual le den asco este tipo de post, pero bueno, para eso tengo un blog, para decir lo que me dé la gana, total, ya me da igual todo.

Volver a empezar.

Volver a empezar. Ya no me queda nada. No puedo perder nada. Sólo puedo quedarme como estoy si me hundo más.
Vida, preparaté. Llevo mucho tiempo cogiendo fuerzas en secreto para devolverte el golpe. Esta vez saldré victorioso yo.

Llueve

Llueve Llueven lágrimas. El día es gris, invita a que me quede en casa metido debajo de las mantas. Hay tanto que hacer, y la verdad, todo tiene tan poco sentido.
¿Yo o todo lo demás?, dedicarme tiempo ahora supone perderlo en aras del que no doy. Dárselo a lo demás supone no volver a recuperarlo. Debería irme lejos.

No tendría sentido, todos los cielos de los sitios a los que quiero huir están cargados de más lluvia.

Mareas

Mareas La vida es el mar, pero yo sólo camino por la orilla. Sus olas me alejan al sumergirme en las aguas y me devuelven a mi isla cuando he probado su azul y su sal. Cada noche, con el humor de la luna, estas aguas me siguen, acallan mi orilla y se beben todo lo que construyo... la vida devora mis sueños, acaba con mis esperanzas sólo por no haberlas conocido en su seno.
Sin embargo, a veces el mar se retrae sobre otras victimas y se aleja, me olvida por un momento. Es cuando bajo entonces a llorar por mis muertos, todos aquellos sueños, deseos y esperanzas que un día estuvieron allí esperandome

Tiempo

Tiempo Cada vez que evalúo mi semana me es más complicado encontrar un hueco para mi mismo. Todo mi tiempo es vampirizado por cada pequeña actividad de la que se alimenta algo llamado futuro. Pero no sólo ocurre con el presente, mi pasado pide parte de las horas que quedan, así como el resto de mi ahora es lo que se desarrolla entre los intersticios de toda esta locura. A veces pienso que quizás todo funcione solo, y yo únicamente sea una especie de catalizador que aparece en el proceso para que ocurra, pero que de la misma manera soy incapaz de influir en él. Además, si mi futuro se lleva tanto tiempo de mi ahora, seré capaz de encontrarlo allí cuando llegue a él dentro de unos años. Quizás descubra con horror, que ese tiempo que desaparece no lo es a través de mis manos, sino que otra persona sea quién se alimente de él, use de él o simplemente lo desgaste sin apreciar lo valioso que es para mi.

Bitacora Día Siete

Bitacora Día Siete Sé que ya no suelo escribir, al menos, no como antes. Es extraño como las palabras vienen y van de una forma tan infiel a uno. Cuando las quieres o necesitas nunca sabes si van a estar ahí, prefieren otras bocas; las entiendo, yo mismo lo hago innumerables veces, pero no soy como ellas… estoy avocado a seguir aquí, constante, perpetuo en mi prisión, en mi mente, sin poder ir más lejos. Mis actos no son una forma de escaparme de mí, sólo lo que queda detrás.

No me debo a ensoñaciones, me gustaría, pero no puedo. Sufro; sufro, y a la vez soy feliz. No por la causa que me provoca el dolor, feliz de sentirme vivo, feliz de saber que aún quedan partes de mí que están por romper. Otras en cambio se han roto ya… he ahí el sufrimiento. Tan simple y tan complejo. Me digo a mi mismo, “Ojalá el tiempo trascurriese al revés”, que ironía, conoceríamos primero el abandono, la soledad para con el tiempo discutir y amar con locura hasta los primeros momentos en los que empieza la relación con toda su pasión y su universo por descubrir.

Tengo tanto que envidiar. Tengo tanto por lo que odiarme.

Una vez escuché que los mejores libros son aquellos que son viajes, no en el sentido físico de la palabra, sino en la evolución del ser. No sé cuando comenzó el mío, quizás desde que vi una ventana desde mi cuna, mi primer recuerdo, fue cuando empezó todo. Lo que sí que es imposible es saber cuando va a terminar. Sé lo que he visto, sé lo que he vivido. Ahora que miro atrás me doy cuenta que por mucho que sufra, dejé olvidadas las últimas páginas de mi historia, mea culpa, sólo por haber querido leer el final cuando no debía