
El tiempo es sobrio.
¿Quién se ha llevado el sol y las nubes?
Sólo queda nieve y viento.
Las copas de los arboles me son invisibles,
están copadas de ceniza blanca, de hielo.
Y ya no queda nada del suave mecer de sus ramas,
hasta sus troncos se parten, todo bajo el fuerte viento.
Corred, escondeos de la noche,
no quedan ya estrellas que guiaros.
No dejeís que el frio os atrape
y os quedeís para siempre en el camino.
Fuera sigue nevando.
Ceniza blanca sobre el campo.