La espada de Damocles

La verdad es que no puedo evitar el envidiar ese fin, esa última puñalada en vida que silencia a todas las demás. Llegado a ese momento pensar, en los últimos destellos de nuestra conciencia "Todo está bien, ya nada más podrá hacerme daño" Como desearía que ese momento se eternizase, estar más allá de todo, ese genuina calma, tan perfecta que es fugaz, pero por fugaz hasta hacernos pedazos.
0 comentarios